Tiempos de hambre y el hombre del saco
Por Vicente P.
Melián
(Ex fotógrafo ambulante, este texto
forma parte de sus memorias inéditas)
Respondo al nombre de Vicente Pérez Melián y nací en Valle de Guerra, término municipal de
1929
Regresando de bañarnos en el charco
de Los Cochinos, en El Apio, llegamos al final de la ladera a nuestra derecha y
sobre una loma divisamos a un hombre, a quien le acompañaba un perro, con un
palo de unas proporciones a la de su cuerpo que nos llamó, a todos,
poderosamente la atención. En esos días corrían por el pueblo comentarios de
que andaba un hombre con un saco disimulando pedir limosna, pero que la
intención era chuparle la sangre a los niños (Yo creo que estos rumores eran
inventados por nuestras madres para que no nos fuésemos a sitios peligrosos). A
todos se nos metió el miedo en el cuerpo, como se suele decir, y uno de los
mayores del grupo, Fernando
Barbuzano Canino (El Sordo), con aquella expresión peculiar
que tenía, dirigiéndose al hombre, le gritó: “¡Cho hombre,
enséñenos el cochillo”.
Así lo hizo y ¡para qué fue eso!
Todos a una salimos disparados vereda arriba, en dirección a los toscales del
barranco de las Cuevas, que estaban en unas tierras propiedad de tío Pepe de
Armas. Yo era el más pequeño y dado mi raquitismo pesaba poco, así que entre mi
hermano José y Francisco Falero Herrara me cogieron en barandillas y, a todo
correr, en un santiamén llegamos a los toscales. Ese mismo año Federico
Miralles Esteller tenía una churrería en el colgadizo decho Cipriano
Roque. Solamente venía los domingos por la tarde, desde la calle de Los
Perales en Tacoronte, donde vivía, para hacer los churros. Yo le esperaba
sentado en el chaplón (peldaño, grada o escalón) del salón de don José (El
Capirote) que estaba situado al comienzo del camino de Lo Márquez.
Cuando llegaba salía corriendo a buscar la llave de la puerta de la churrería a
Las Ánimas, donde vivía seña Mercedes, la dueña del
colgadizo. Mi interés por estos servicios era que el primer churro que hacía
como prueba era para mí.
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